Prepara el pollo:
Coloca las pechugas despuntadas sobre una tabla y extiende con toallas de papel. Sazona el pollo con sal, pimienta, comino, ajo en polvo y pimentón por ambos lados. Mantén el aceite de oliva caliente a fuego medio-alto. Dora las pechugas de pollo durante 2-3 minutos por cada lado para sellarlas, pero no las cocines completamente. Retirar del fuego y pegarlo en una tira para que se queme ligeramente.
Prepara la salsa fresca:
Si no tienes salsa fresca, mezcla en un bol los tomates, la cebolla, el jalapeño (si lo usas), el cilantro, el jugo de limón, la sal y la pimienta. Revuelve bien y ajusta la sazón al gusto.
Hornear el pollo con salsa:
Coloque una generosa cantidad de salsa fresca (pico de gallo) sobre cada pechuga de pollo. Luego, cubra con el queso rallado.
Hornear:
Deja que el pollo se caliente durante 20 a 25 minutos, hasta que el queso se sobrecaliente y el pollo esté completamente cocido, a una temperatura interna de 165 °F (75 °C).
Atender:
Una vez listo, decora con cilantro fresco picado y acompaña con rodajas de lima o limón. Puedes servir este platillo con arroz, una ensalada fresca o tortillas.
¡Disfruta de este pollo horneado con salsa fresca, lleno de sabores frescos y con un queso derretido que hará que todos los que quieran repetir!