- Precalentar el horno: Precalienta el horno a 180°C (350°F) y engrasa y enharina dos moldes redondos de 23 cm (9 pulgadas) o uno grande de 25 cm (10 pulgadas), según prefieras.
- Mezclar los ingredientes líquidos: En un tazón grande, bate los huevos con el azúcar hasta que la mezcla esté suave y cremosa. Luego agrega el aceite y sigue batiendo hasta integrar bien.
- Agregar las zanahorias: Incorpora las zanahorias ralladas a la mezcla de huevos y azúcar. Si decides añadir nueces o pasas, agrégalas en este momento.
- Mezclar los ingredientes secos: En otro tazón, mezcla la harina, el polvo de hornear, el bicarbonato de sodio, la canela, la nuez moscada (si la usas) y la sal.
- Unir ambas mezclas: Gradualmente agrega los ingredientes secos a la mezcla líquida, batiendo a baja velocidad o con una espátula hasta que se integren bien, pero sin sobrebatir.
- Hornear: Vierte la mezcla en los moldes preparados y hornea durante 30-35 minutos o hasta que un palillo insertado en el centro salga limpio. Si estás usando un solo molde grande, el tiempo de horneado puede ser un poco más largo (aproximadamente 45-50 minutos).
- Dejar enfriar: Una vez listo, deja que los pasteles se enfríen en el molde durante unos 10 minutos antes de desmoldarlos. Luego colócalos sobre una rejilla para que se enfríen completamente.
Para el glaseado:
- Batir el queso crema y la mantequilla: En un tazón grande, bate el queso crema con la mantequilla hasta que estén suaves y cremosos.
- Añadir el azúcar glas: Gradualmente agrega el azúcar glas, batiendo bien después de cada adición hasta que la mezcla esté suave y sin grumos.
- Incorporar la vainilla y la sal: Agrega la vainilla y la pizca de sal, y sigue batiendo hasta que el glaseado esté bien cremoso.
Montaje:
- Si has hecho dos pasteles, coloca uno en el plato de servir y extiende una capa generosa de glaseado de queso crema sobre la superficie.
- Coloca el segundo pastel encima y cubre toda la superficie y los laterales con más glaseado.
- Si lo prefieres, puedes decorar con algunas nueces picadas o ralladura de zanahoria para darle un toque extra.
¡Listo! Ahora tienes un pastel de zanahoria delicioso y esponjoso. Puedes disfrutarlo tanto en celebraciones como en un antojo de algo dulce. ¡Buen provecho!
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