Procesar los ingredientes:
- En un procesador de alimentos, coloca los dátiles, las nueces, la canela y la pizca de sal. Procesa hasta que la mezcla se vuelva pegajosa y comience a agruparse. Si es necesario, añade una cucharada de agua para ayudar a unir los ingredientes.
Añadir las semillas:
- Incorpora las semillas de sésamo, calabaza y chía a la mezcla, y mézclalo todo manualmente. Estas semillas aportarán un toque crujiente y aumentarán el valor nutricional del rollito.
Formar el rollo:
- Coloca la mezcla sobre un trozo de papel encerado o film plástico. Con las manos, forma un rollo apretado, asegurándote de que quede compacto.
- Puedes presionarlo contra la mesa para darle una forma cilíndrica perfecta.
Rebozar en sésamo:
- Extiende un poco de sésamo extra en la mesa y rueda el rollo sobre las semillas para que se adhieran a la superficie, cubriéndolo completamente.
Refrigeración:
- Lleva el rollo al refrigerador durante al menos 1 hora para que se endurezca y sea más fácil de cortar. Si tienes prisa, también puedes colocarlo en el congelador durante 30 minutos.
Cortar y disfrutar:
- Una vez que el rollo esté firme, corta en rodajas del grosor que prefieras. ¡Listo! Ya tienes un delicioso snack listo para disfrutar. Puedes almacenarlo en un recipiente hermético en el refrigerador por hasta 2 semanas.
Sugerencias:
- Puedes personalizar esta receta agregando cacao en polvo, coco rallado o cualquier otro fruto seco que te guste.
- ¡Ideal para llevar en tus salidas al campo, como merienda escolar o para después del gimnasio!
¡Espero que disfrutes preparando y degustando estos rollitos energéticos!