- Freír: Calienta suficiente aceite en una sartén grande a fuego medio-alto. Fría los palitos por tandas hasta que estén dorados y crujientes. Luego, colócalos sobre papel absorbente para quitar el exceso de aceite.
- Hornear: Si prefieres hornearlos, precalienta el horno a 200°C (392°F). Coloca los palitos en una bandeja para hornear ligeramente enharinada o en una bandeja con papel para hornear. Rocíalos con un poco de aceite en aerosol y hornéalos durante unos 15-20 minutos, dándoles vuelta a la mitad del tiempo, hasta que estén dorados y crujientes.
- Servir:
Sirve los palitos de papa y queso calientes, acompañados de tu salsa favorita, como ketchup, mayonesa o una salsa de mostaza y miel.
¡Listo! Ahora puedes disfrutar de unos deliciosos palitos de papa y queso crujientes por fuera y cremosos por dentro.
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